Cuando se hereda una empresa familiar, es importante tener en cuenta que se adquieren tanto derechos como obligaciones.
Los herederos se convierten en los nuevos propietarios de la empresa y son responsables de sus posibles deudas y de la gestión del negocio. Por ello, es fundamental que la empresa disponga de un plan de sucesión o protocolo familiar, documentos que establecen cómo se producirá la sustitución de personas y cómo se regulará la organización empresarial y las relaciones familiares.
Sin embargo, el 80% de las empresas no cuenta con un plan de sucesión o protocolo, lo que puede complicar el proceso de herencia. En el caso de que varios familiares hereden la empresa, es fundamental que lleguen a un acuerdo sobre la gestión y sucesión de cargos para evitar problemas en la empresa.
Además, existen beneficios fiscales al heredar una empresa familiar, ya que se pueden aplicar las exenciones y bonificaciones previstas en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Es importante consultar con un asesor fiscal o jurídico para conocer en qué casos se pueden aplicar estos beneficios y cómo hacerlo correctamente.
En el caso de que no se disponga de un plan de sucesión o protocolo familiar, es recomendable hacer una distribución de la empresa entre los herederos y llegar a un acuerdo sobre la forma en que se llevará a cabo la gestión del negocio. Esto incluye desde la posibilidad de ejecutar despidos colectivos, el mantenimiento del modelo de negocio o el cese de la actividad.
También es importante considerar la posibilidad de contratar a un experto en la materia para ayudar en el proceso de herencia y garantizar la correcta transición hacia la nueva generación de propietarios.
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¿Cómo heredar una empresa familiar sin plan de sucesión o protocolo familiar?
Si no se cuenta con un plan de sucesión o protocolo familiar al momento de heredar una empresa familiar, es importante determinar si el heredero es una sola persona o varios familiares.
En el caso de que sea una sola persona, el proceso de herencia será más sencillo. Sin embargo, si son varios los herederos, es fundamental que alcancen acuerdos básicos sobre la gestión empresarial y la sucesión de cargos para evitar problemas en la empresa. Es importante tener en cuenta que, si no se llegan a unos acuerdos básicos, el proceso de herencia puede prolongarse y la empresa puede perder valor debido a una gestión inadecuada.
En caso de no contar con un plan de sucesión o protocolo familiar, se recomienda contratar a un experto en la materia para ayudar en el proceso de herencia y garantizar la correcta transición hacia la nueva generación de propietarios.
Beneficios fiscales de heredar una empresa familiar
Cuando se hereda una empresa familiar, es posible obtener beneficios fiscales en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Una de las principales bonificaciones es la bonificación por empresas familiares, que puede alcanzar el 99% del impuesto en algunos casos.
Para poder aplicar esta bonificación, es necesario que los herederos se hagan cargo de la empresa durante un período de entre 5 y 10 años y cumplan con ciertos requisitos, como ejercer funciones de dirección o tener una participación del 5% individual o del 20% con el grupo familiar.
Además, para poder aplicar esta bonificación, la persona fallecida también debe cumplir con una serie de requisitos, como ejercer efectivamente funciones de dirección o tener una retribución de las funciones de dirección superior al 50% de sus rendimientos.
Es importante tener en cuenta que estos beneficios pueden variar según la comunidad autónoma en la que se encuentre la empresa, por lo que es recomendable consultar con un asesor fiscal o jurídico para conocer en qué casos se pueden aplicar y cómo hacerlo correctamente.